La Princesita y el Pijo






Había una vez una princesa que vivía en una familia muy pija. Su papá el Rey estaba siempre montando en moto, en caballo o en velero. Su mamá la Reina llevaba siempre ropa de marca y bolsos carísimos. Sus hermanas mayores llevaban el pelo muy largo y teñido de rubio e iban siempre vestidas con modelitos muy estupendos y maquilladas con sombra y brillo de labios rosa. Y sus hermanas pequeñas llevaban siempre vestiditos rosas y coletitas anudadas con grandes lazos rosas.

Pero nuestra protagonista no era nada pija. Ella era más bien
gótica y siniestra.




La Princesa Morticia llevaba el pelo muy largo por delante, con dos mechones teñidos de morado que le caían a ambos lados de la cara, y muy corto por detrás, rapado en la nuca. Iba siempre vestida de negro, con pantalones y botas negras, y llevaba muñequeras de pinchos. Ella se maquillaba con sombra morada y lápiz de labios negro. Nunca tomaba el sol y se ponía crema de protección 50 para estar siempre blanquísima. Y se pasaba el día escuchando música gótica en su Mp3.


Como no se llevaba bien con su familia, se iba a refugiar cada tarde a su Rincón Especial de Jardín de Palacio. Era una pequeña cueva llena de murciélagos y allí había un pozo de agua muy oscura. Allí Morticia escuchaba a sus grupos favoritos en su Mp3 y de vez en cuando suspiraba audiblemente:



- La vida es dolor...

Un día Morticia estaba muy entusiasmada escuchando a su grupo favorito, Marylin Manson. Tan entusiasmada estaba que empezó a agitar la cabeza a un lado y a otro siguiendo el ritmo de la música, y los mechones como si fueran grandes mariposas moradas. Morticia también se descoyuntaba con todo el cuerpo como hacen los guitarristas de rock cuando tocan la guitarra. Pero con tanta fuerza se agitaba Morticia que….



¡¡¡¡ PATAPÚM!!!


El Mp3 salió disparado, volando, dibujó una curva pèrfecta en el aire y fue a aterrizar…


¡ en el pozo!


Morticia se puso a llorar como una bebé recién nacida, a berrido limpio.


Al rato, una cabecita rubia y rizada asomó por la puerta de la cueva



- Estoooh, o sea, ¿ qué passha? ¿ Qué esshe ruido ¿

Y Morticia reconoció al Marqués de Colibrí, que era uno de los chicos más pijos de todo el reino.



...continuará en  Cuentos clásicos para chicas modernas.